Se dice que en Mxico, hacia el ao de 1531, cuando el indgena Juan Diego caminaba por el cerro Tepeyac, de pronto escucho una voz que lo llamaba, acudi de inmediato al lugar en donde provena y quedo maravillado al encontrar la imagen radiante de una mujer, era la mismsima madre de Dios, vestida de fulgurantes rayos de sol, aquella prodigiosa aparicin le hablo lo siguiente: Sabe Juan Diego que yo soy la siempre Virgen Santa Mara, Madre del verdadero Dios por quien se vive. Mucho quiero que se me construya una casita para mostrar a mi hijo y para darlo a todos los hombres que me invoquen. Porque yo en verdad soy vuestra madre compasiva. Para cumplir mi deseo ve al palacio del Obispo de Mxico y dile cmo yo personalmente, yo que soy la Madre de Dios te envo.
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